martes, 8 de septiembre de 2015

Exposición colectiva con Manuel Gonzalez Flores y Diego Flores Romero en el 1900.


THARSIS: Blanco, Negro y Ogre

Los orígenes del pueblo minero de Tharsis se remontan a tiempos bíblicos en cuyos textos se hace mención al pueblo de Tarsis y sugiriendo estos territorios. (Obsérvese que la letra h intercalada del nombre del pueblo será incorporada en tiempos de la Compañía británica a finales del siglo XIX).
A la extensa y notable elevación de terreno desde donde se domina el extenso Andévalo lo llamaban Sierra Tarse. Este nombre era todo una revelación; al pie del cerro posaban los vestigios aun notables de un extenso pueblo antiguo: el Tharsis fenicio.
Para entender la importancia de la Sierra Tarse en la historia de la minería podemos ver cómo ha influido cronológicamente en las diferentes épocas de la humanidad.
El principal atractivo de las Minas de Tharsis son sus cinco cortas a cielo abierto. Situadas en torno a la Sierra Bullones, reciben el nombre de Filón Centro, Sierra Bullones, Filón Norte, Filón Sur y Corta Esperanza. El núcleo urbano de Tharsis se encuentra dividido, al igual que ocurre en otros pueblos mineros de colonización, en dos núcleos: Pueblo Nuevo y el poblado de trabajadores. El primero, estructurado en base a una única calle y dedicado al alojamiento de las familias inglesas, destaca por sus formas inglesas y por edificios como la casa de huéspedes (o casa de la Señorita Gray), las oficinas centrales, la casa cuartel de la guardia civil, el club inglés y la casa del General Manager. A pocos metros al norte se localiza el pueblo de trabajadores. Caracterizado en su trazado urbano por sus calles curvas (Doctor Fleming y Huelva -entorno a la iglesia-) y sus grandes plazas como la de San Benito, del casino o del mercado antiguo. En él destacan los siguientes edificios: la iglesia a Santa Bárbara (1880, gemela de la iglesia en Corrales), el campo de fútbol, el antiguo mercado de abastos, el antiguo mercado de abastos, el antiguo teatro, la posada, el casino minero o el conocido antiguo hospital minero, actual espacio expositivo de las Minas de Tharsis. El Museo. Fuera del núcleo, a pocos kilómetros al sur se encuentra el cementerio inglés, con un majestuoso pino piñonero en su interior. Destaca el ferrocarril minero y las instalaciones, Hoy en día, deteriorado por el abandono y la falta de apoyo, por parte de la administración, local, autonómica y estatal. Su recuperación seria un legado de historia para esta comarcan, tan necesitada de dinamismo y trabajo.
Este ferrocarril, era el gran medio de la industrialización, y que; en este territorio venia a unir la línea de La Zarza a la de Tharsis en Empalme y continuaba hasta la capital. Construido por la Tharsis Sulphur & Copper Co. Ltd. en 1867, da salida al mineral a través de 44 km de vía estrecha (1,22 m). Durante su recorrido, a través de distintos paisajes, se encuentran estaciones, apeaderos, túneles, puentes, depósitos de agua hasta el cargadero de mineral, en la ría del Odiel. Estos paisajes de dehesa, repoblación, cultivos y finalmente marisma, modificados por el trazado del ferrocarril y la actividad minera, permitían, a través de su observación, asimilar las características propias del Paisaje Minero. Desgraciadamente, hoy en día, en peligro de Extinción. 
 

En la presentación el pasado 10 de septiembre en nuestro espacio cultural, por el escritor de Tharsis, Ramón Llanes. El cual; tubo unas emocionantes palabras para nuestros invitados en esta noche.

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