20 Días de soledad transcurren entre las paredes de una vivienda familiar situada en Rosario (Argentina), hoy abandonada pero acondicionada mínimamente para alojarme durante el pasado mes de septiembre en que viaje a mi ciudad natal.
Tan sólo la habitan los recuerdos y la nostalgia del pasado y el presente.
Soledad
Soledad de la espera de la llamada telefónica que nunca se produjo.
Soledad de las paredes que me vieron llorar el desamor.
Soledad de los obgetos abandonados, cuya existencia en el presente carece de todo sentido.
Soledad del pasado perdido que nos nos trajo a ninguna parte.
Soledad del paso silencio del tiempo a mi alrededor.
20 días que parecieron 20 años.
Gracias por asomaros a mi alma.
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