Francis Vaz (Huelva, 1962). Toda su vida ha gravitado en torno
a dos contrarios: el fuego de la palabra y el frío de los aparatos de
aire acondicionado. Fue director comercial de un par de empresas pero
ahora, ya jubilado, solo le interesan el amor y la literatura. Tiene
publicados varios libros de poesía: “Palabra y Piedra”, “Artistas,
por supuesto”, “El círculo del agua”, “Antología de drink river” y “La
ingeniería de los números primos”. Además ha publicado numerosos
relatos y poemas en diversas revistas en España, Portugal y México. Fue
fundador y director de la revista de narrativa “Tranvía” y dirigió durante dos años el programa radiofónico literario “El jardín de la memoria”. “Peces de colores” es su primera novela publicada, pero guarda otra en el cajón, así como varios libros de relatos.
“Y solo pudimos, rodeados por el fuego invisible que nos consumía, mirarnos los unos a los otros como si observásemos nuestra imagen reflejada en el cristal de un gran acuario, repleto de peces de colores”
Año 2006. Un anciano mágico, con el asombro de un niño en la mirada, llega a Barcelona. Un detective le observa desde la ventana de su despacho. Elige un parque, se sienta en un banco y comienza a leer los relatos que guarda en el interior de una caja de zapatos. Hablan de un valle ignoto, a pocos kilómetros de la ciudad, en el que confluyeron durante el último siglo huidos de la guerra civil, un misionero, una científica, un escritor, un ex -funcionario de la Generalitat, un desertor, un maestro, una top-model, una loca desnuda y una artista cuyo Dios se le presenta bajo la apariencia de Janis Joplin. Todos hallan allí el refugio que tanto necesitan, aunque algunos disfruten de la paz y otros sobrevivan en su propio infierno. Pero el descubrimiento del valle por parte de una gran constructora lo cambia todo, apareciendo en escena un jefe de obras dispuesto a cualquier cosa por culminar el paraíso turístico en el que pretenden convertir el valle y un detective, el mismo que observa al anciano desde la ventana, y que, buscando a la mujer que le abandonó, encuentra la confesión de un crimen.
“Y solo pudimos, rodeados por el fuego invisible que nos consumía, mirarnos los unos a los otros como si observásemos nuestra imagen reflejada en el cristal de un gran acuario, repleto de peces de colores”
Año 2006. Un anciano mágico, con el asombro de un niño en la mirada, llega a Barcelona. Un detective le observa desde la ventana de su despacho. Elige un parque, se sienta en un banco y comienza a leer los relatos que guarda en el interior de una caja de zapatos. Hablan de un valle ignoto, a pocos kilómetros de la ciudad, en el que confluyeron durante el último siglo huidos de la guerra civil, un misionero, una científica, un escritor, un ex -funcionario de la Generalitat, un desertor, un maestro, una top-model, una loca desnuda y una artista cuyo Dios se le presenta bajo la apariencia de Janis Joplin. Todos hallan allí el refugio que tanto necesitan, aunque algunos disfruten de la paz y otros sobrevivan en su propio infierno. Pero el descubrimiento del valle por parte de una gran constructora lo cambia todo, apareciendo en escena un jefe de obras dispuesto a cualquier cosa por culminar el paraíso turístico en el que pretenden convertir el valle y un detective, el mismo que observa al anciano desde la ventana, y que, buscando a la mujer que le abandonó, encuentra la confesión de un crimen.
Jose Antonio Losada presento el acto, buen amigo de Francis y compañero del arte en las letras.
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