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Nada que ver, con lo acostumbrado a lo que estamos; en esto del mundo de los recitales poéticos, José Antonio Losada rompió con la rutinante forma de lectura poética de este lugar. Incorporando un magnífico trabajo de audio y proyección de fotografías. Una bonita historia. Los presentes en este día tuvimos la suerte de sorprendernos con su calidad y sencillez para llegar a los corazones más duros.LA LUZ SOBRE LA CENIZA
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Escribo esta poesía desde el can
que se esconde,
desde el can
que no habla.
"¡Qué más da!"
-Dice siempre.
-Pero él charla conmigo: el can;
¡oh, relámpago gris que nos quiebras;
fulguras! Presiento que la noche
se acerca sigilosa, voraz como un lince,
y anuncia que los años transcurren,
como días de esas niñas raptadas
que chillan, aprendiendo del mundo
la falta pesadilla. Hoy la gente es ceniza:
aón espera caricias de la garra del buitre.
¿Qué promesa cumplió? "¡Qué más da!"
-Dicen otros, con la mente donada.
Mientras, yo me despierto, y pregunto
a mi perro. Porque él vela mis sueños.
Escribo esta poesía
desde ean que me mira,
desde el can
que se calla
Con su lengua cortada, aún murmura:
"Así ladro"
Y me ladra. Yo escribo, yo escribo...
Su silencio me inspira, su silencio
asordando... Y yo callo, y escribo.
Sólo escribo, y os ladro...
la falta pesadilla. Hoy la gente es ceniza:
aón espera caricias de la garra del buitre.
¿Qué promesa cumplió? "¡Qué más da!"
-Dicen otros, con la mente donada.
Mientras, yo me despierto, y pregunto
a mi perro. Porque él vela mis sueños.
Escribo esta poesía
desde ean que me mira,
desde el can
que se calla
Con su lengua cortada, aún murmura:
"Así ladro"
Y me ladra. Yo escribo, yo escribo...
Su silencio me inspira, su silencio
asordando... Y yo callo, y escribo.
Sólo escribo, y os ladro...
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