Que la música restriegue su cuerpo
por la madera de una guitarra,
quebrando el lamento del viento,
rajando el sentimiento con su garra.
Que su esencia ensucie la voz,de una garganta que canta,
amando cada palabra al portavoz,
acariciando el cuello que aguanta,
los latigazos de algo tan intenso,
tan puro, tan casto...
que sólo obedece a quien ella ama,
pues es el pacto,
que se firma con sangre en la cuna,
y mas tarde se define en cada arruga,
tras el duro camino del acto,
con la promesa de su fortuna,
es caro el preció que se paga,
por tener tratos con ella,
pues al final te traga,
y te transforma en estrella,
pero es tal su espectáculo
y tan poderoso su báculo,
que logra lo imposible,
por segundo...te hace invencible.
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